En la publicación anterior, comenté sobre las características que ofrece el modelo dual para los deportistas al momento de enfrentar el retiro y estar con un plan adecuado que les permita vivir la transición de la mejor manera posible, evitando caer en problemas económicos y emocionales, ya que puede ser muy difícil para muchos enfrentar esta situación.
Cuando las circunstancias no resultan favorables, a causa de una lesión, factores familiares o sociales y el retiro o abandono prematuro del deporte parece ser la opción más viable, el campo de la psicología deportiva sigue algunas técnicas, actividades o estrategias para evitar que se tome una decisión equivoca, con pocos fundamentos o de manera visceral o que se tome la correcta con las debidas herramientas.
Sin duda alguna, el lesionarse es de las mayores preocupaciones de los atletas, sin embargo, estas son parte de la propia actividad deportiva, tal como lo expresa Buceta (1996), son ¨accidentes de trabajo¨ (citado por Trujillo). Enfrentarse a una lesión recurrente, que limita los entrenamientos y la participación en competencias, puede ser el inicio de ideas que lleven al retiro.
Así mismo, para algunos deportistas el estar lejos de casa y la familia, puede ser difícil en el terreno emocional para ocasionar el abandono del deporte, de manera temporal o permanente.
Así cómo estás posibles situaciones, hay muchas más, y hay que emplearse a fondo para rescatar al máximo el estado psicológico de quien enfrenta esta posibilidad de retiro.
Un aspecto que resulta muy importante en esta transición es la de tener la aprobación y el apoyo de la familia, en quienes se puede depositar mayormente los malestares emocionales de quien deja el deporte, pues según MacLoughling (1981) llevar a cabo la retira resulta difícil, aun cuando se analizó detenidamente la decisión, y cuando la retirada es involuntaria puede llevar al ex deportista a una presentar una serie de conductas de abuso de drogas, alcohol y incluso ideación suicida.
Para estos y otros casos en que se piensa en la retirada del deporte, a continuación te muestro algunas alternativas para abordar este situación, que serán acompañadas por un profesional afín.
Cambio de carrera profesional, dedicarse a los medios de comunicación.
Estudiar carreras en las que pueda ayudar a sus compañeros a desarrollarse.
Buscar el ser parte del equipo, ahora como coach.
Planificación previa al retiro, permite tener un mayor control de lo acontecido.
Estructurar el nuevo rol y crear una nueva identidad deportiva.
Realizar un análisis de las transiciones del deportista, desde el inicio de la carrera.
En el pasado se consideraba la retirada deportiva como una experiencia traumática o de crisis, hoy en día no es así. El hablar sobre el retiro puede ser muy complicado para algunos deportistas, sobre todo cuando se expone que esta puede llegar de manera involuntaria, sin embargo, el trabajar desde el inicio en las variables de estilo de identidad en el deporte, en la libertad para tomar desiciones, en la planificación de la post-carrera y generar recursos personales y sociales puede facilitar el llegar a una transición satisfactoria.
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